La seguridad ante todo: ¡prepárese!

Atar es como un deporte, el riesgo de lesiones es real. Como en cualquier actividad física, el conocimiento y una buena técnica pueden ayudar a mitigar estos riesgos.

Las tijeras y los cortacabos son ideales para cortar la cuerda en caso de emergencia. Incluso es más seguro llevarlas encima. Los cuchillos corrientes y las tijeras de cocina no son tan eficaces por el riesgo de apuñalar mientras cortas otra cosa. También puede añadir a su equipo un pequeño y resistente pico, como un marlinspike, para ayudar a desatar los nudos en caso de que resulten difíciles de deshacer.

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Safety shear = tijeras de seguridad / Safety hook = cortacabo / Cold? = Frío? / Hungry? = Hambre? / Thirsty = Sed?

La mejor manera de prepararse para un incidente es visualizar lo que se va a hacer e imaginar lo que podría ocurrir. Por ejemplo, ¿qué pasaría si usted o su compañero se desmayaran? ¿qué haría si usted se lesionara la mano? Asistir a un curso de primeros auxilios es una buena forma de aprender a gestionar situaciones de emergencia y abarca estrategias para muchos tipos de lesiones.

Daños nerviosos

El mayor riesgo para la salud física al que nos enfrentamos con el atado es la compresión nerviosa. Cuando un nervio recibe una presión importante, puede resultar dañado, imposibilitando su funcionamiento normal incluso después de que la presión haya desaparecido. La presión puede proceder de la propia cuerda;o indirectamente de un músculo contraído o inflamado; o de un objeto externo que empuje contra el nervio. Este problema a menudo es indoloro o puede provocar una ligera sensación de picor.

Hay tres categorías de nervios: nervios motores, nervios sensitivos y nervios mixtos. El deterioro de un nervio sensitivo puede causar insensibilidad en una zona, y la compresión de un nervio motor provocará debilidad o incapacidad para mover el músculo activado por ese nervio (por ejemplo, incapacidad para cerrar la mano o muñecas caídas).

El riesgo de lesión nerviosa solo puede ser reducido. Los nervios recorren todo el cuerpo y cada persona tiene recorridos nerviosos ligeramente diferentes. Se pueden sufrir lesiones nerviosas por adoptar una postura incorrecta al dormir, hacer ejercicio o golpearse el codo.

Las enfermedades de los nervios son muy peligrosas. Una temprana detección de afectaciones en los nervios permitirán una recuperación más prápida.

Cómo mitigar los riesgos:

  • Ate sin hacer fuerza o lejos de las articulaciones (muñecas, codos, rodillas, tobillos),
  • Evite los nudos grandes que se clavan en la piel, sobre todo, donde los nervios están más expuestos,
  • Tenga en cuenta que las superficies duras pueden empujar los nudos hacia los nervios,
  • Vigile las funciones motoras de las manos durante las ataduras que afecten a las extremidades superiores (capacidad de abrir y cerrar las manos),
  • Acaricie a su pareja o tóquese usted mismo durante la sesión para identificar los primeros signos de adormecimiento,

Las lesiones nerviosas son acumulativas; algo que estaba bien la primera vez puede no estarlo después de varias repeticiones. Los nervios tardan mucho en recuperarse, así que póngase en contacto con un profesional sanitario si experimenta debilidad o insensibilidad persistente.

El día 50 trataremos las diferentes funciones y vías de los nervios, en particular los nervios propensos a lesionarse. También trataremos las lesiones más comunes con cada nueva atadura.

Riesgos de consecuencias graves

…pero fáciles de evitar.

Muerte

Todos los años mueren personas por ataduras. Normalmente porque estaban solas o se restringieron las vías respiratorias, a menudo ambas cosas a la vez.

Cómo mitigar los riesgos:

  • Evite las cuerdas alrededor de la parte frontal o lateral del cuello,
  • Asegúrese de poder desprenderse rápidamente de todo lo que pueda interferir en la respiración, como la compresión torácica, y de las posturas corporales que restrinjan la respiración, como las flexiones hacia delante y hacia atrás.
  • Este fenómeno se conoce como asfixia posicional.
    Los corsés y las mordazas también contribuyen a restringir el flujo de aire,
  • Si quiere atarse a sí mismo, pida a alguien que le vigile (observador),
  • Permanezca con su pareja atada en todo momento (Aunque puede hacerle creer que se ha ido : ).

Caídas

Cuando le atan las manos, es posible que ya no pueda protegerse en caso de caída. La persona que ata también puede caerse al tropezarse con un obstáculo. Imagine tener que soltarse las manos para ayudar a un compañero inconsciente tras una caída: ¡es aterrador!

Cómo mitigar los riesgos:

  • Atar sentado o de rodillas,
  • Manténgase cerca de una persona atada de pie o átela a un punto fijo,
  • Despeje el espacio para reducir el riesgo de tropezar (alfombras, bolsas de cuerda, otras personas, desorden, etc.),
  • Asegure a la persona atada para evitar que ruede fuera de la cama, que vuelque la silla, etc,
  • Asegúrese de que todos los participantes comen bien y se mantienen hidratados,
  • Evite bloquear las rodillas al ponerse de pie para mantener una buena circulación sanguínea en las piernas (causa frecuente de desmayos).

El Orgullo

La excitación hace olvidar los peligros de lo que se hace. Atar a personas en lugares peligrosos, suspenderlas de los techos con técnicas o equipos dudosos, suponer el consentimiento de otros… Es fácil que la emoción se apodere de uno. A menudo se acumulan errores que podrían haberse evitado fácilmente con una mejor planificación.

La suspensión entraña mayores riesgos. El simple hecho de anclar a un compañero a un punto fijo puede aumentar los problemas potenciales. Las suspensiones totales y parciales pueden aumentar el riesgo de lesiones nerviosas, ya que el peso de la persona se suma a la presión de la cuerda sobre el cuerpo. El fallo del equipo, la rotura de la cuerda y la inestabilidad del punto fijo pueden tener graves consecuencias.

Cómo mitigar los riesgos:

  • Revise su lista de negociación y aténgase a los límites acordados,
  • Evalúe la seguridad del lugar donde va a atar. Algunos lugares pueden parecer agradables, pero presentan diversos peligros,
  • Antes de probar una nueva técnica, tómese su tiempo para informarse sobre los riesgos que conlleva,
  • Cuando utilice una técnica que ya conoce, repase mentalmente los riesgos potenciales, aunque nunca antes se haya enfrentado a ellos,
  • Asegúrese de que su compañero es consciente de los riesgos asociados al tipo de juego que van a compartir juntos.
  • Evalúe si se tienen las habilidades adecuadas para mitigar los riesgos, como la velocidad de atar (y desatar) y la comprensión del cuerpo,
  • Calibre el tipo de juego cuando pruebe nuevas técnicas. Por ejemplo, pruebe cosas nuevas en modo laboratorio para asegurar una mejor comunicación,
  • Evalúe cómo influyen la excitación y el deseo a la hora de asumir riesgos, y de qué podría arrepentirse más adelante,
  • Evite las suspensiones hasta que haya adquirido los conocimientos y las técnicas adecuadas.

Riesgos con alta probabilidad de ocurrencia

… comunes pero fáciles de mitigar.

Circulación

Es muy frecuente que la circulación sanguínea se restrinja durante el atado. El primer síntoma es, a menudo, una sensación de adormecimiento en toda la extremidad (distal al lugar de la restricción), seguida de una sensación de picor cuando se restablece el flujo sanguíneo. Estas sensaciones suelen desaparecer a los pocos minutos de eliminar la causa de la restricción del flujo sanguíneo, pero el adormecimiento causado por la mala circulación puede enmascarar problemas nerviosos.

El tiempo que el cuerpo puede tolerar una restricción de la circulación depende de la localización y varía de una persona a otra. Las recomendaciones médicas para la duración segura de un torniquete son liberar durante 5 minutos cada 30 minutos. Al evitar la obstrucción prolongada del flujo sanguíneo, muchos riesgos, como la necrosis, la trombosis o el deterioro profundo de los tejidos internos resultan muy improbables. El daño nervioso sigue siendo el mayor riesgo observado tanto en las ataduras como en el sector médico.

El color de la piel no es un buen indicador de problemas circulatorios, ya que varía mucho de una persona a otra. Siempre es una buena idea estar atento, pero una buena comunicación es la mejor manera de evaluar si la circulación es o no un problema. Las personas de piel clara pueden ponerse azules con mucha facilidad, aunque la circulación sólo esté ligeramente restringida. Las personas de piel más oscura pueden volverse aún más oscuras, mientras que la piel de las palmas de las manos es más propensa a volverse más clara o azulada. Para la mayoría de las personas, una decoloración gris es algo que debe evitarse.

Marcas de cuerda y quemaduras

Siempre que una cuerda toca la piel de una persona es probable que aparezcan marcas. Hay diferentes niveles de marcas de cuerda y su duración es diferente para cada persona. Hasta que no sepa cómo reacciona su cuerpo, es seguro suponer que habrá marcas dondequiera que la cuerda toque la piel. Las marcas en la cara, el cuello y los antebrazos pueden ser problemáticas, por lo que es importante que analices previamente cuál es su perfil de riesgo antes de atar.

Cuando la cuerda presiona uniformemente contra la piel, provoca una ligera marca similar a la causada por la ropa ajustada. Estas marcas desaparecen normalmente en unos minutos o unas horas y a menudo se guardan como un recuerdo de la sesión. Pero cuando la cuerda se tira rápidamente a lo largo de la piel, puede crear una quemadura, provocando inflamación de la piel y sangrado. Esto puede evitarse tirando suavemente de la cuerda o colocando la mano entre la piel y la cuerda cuando se quiera tirar rápidamente.

También pueden producirse hematomas en zonas no tocadas por la cuerda, aunque esto es menos frecuente. Cuando la circulación está restringida entre dos puntos, la piel entre ellos puede conservar un tinte azulado. Generalmente es indoloro y desaparece al cabo de unos días. Otro tipo de marcas son las petequias, pequeños puntos rojos en la piel que se parecen un poco a las pecas. Pueden aparecer en cualquier lugar donde haya subido la tensión arterial, y es frecuente verlas en la cara de alguien que ha estado suspendido cabeza abajo durante un tiempo prolongado. Suelen desaparecer en pocas horas o días.

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Credit: Photos – P: Ebi McKnotty – M: Kaptain Kink, Miss Soffia P: Ebi McKnotty – Traducción: Mlle_Retive – Revisión: noci
 

 

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